¿Se puede ser feliz en el trabajo con una nómina reducida?
Podríamos preguntarnos también si una nómina alta es una garantía de felicidad en el trabajo, ya que en muchos casos una mayor remuneración exige unos mayores sacrificios y responsabilidades, que no todo el mundo está dispuesto a asumir.
Se dice que el dinero no da la felicidad, pero obviamente la falta de él puede causar muchas penurias, aunque el dinero en exceso puede también ser un problema, ya que puede generar problemas de seguridad y familiares, entre otros. La curva de Laffer nos indica que hay un punto a partir del cual incrementar nuestros gastos no solo no produce más satisfacción, sino que la merma. Además, nuestro tiempo es muchas veces la moneda de cambio para tener más dinero.
Bryan Dyson, en su discurso de despedida como presidente de Coca Cola dijo: "El trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: familia, salud, amigos y espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo". Desconozco qué le llevó a Bryan Dyson a decir estas palabras, pero algo es seguro: que su nómina como presidente de Coca Cola debía de ser abultada.
Según un reciente estudio realizado por The University of British Columbia, el dinero no da la felicidad, sino que solo ayuda a sentirse menos desgraciado en el día a día, siendo dos las fuentes de la felicidad:
- El sentimiento de que la vida es buena y se está progresando en ella.
- Un balance, en el que pesen más los momentos de alegría que los de tristeza.
Por lo tanto, según estos estudios, un aumento de sueldo en una familia no incrementa la felicidad, aunque sí reduce la tristeza diaria.
¿Es la nómina de un trabajador un factor determinante de su motivación?
La retribución es, probablemente, la herramienta de gestión más potente que tienen hoy día las empresas para dirigir los esfuerzos de sus empleados hacia la consecución de sus objetivos de negocio, por eso hay que saber administrarla de manera justa entre los diferentes empleados de la organización, para lo cual es de gran utilidad la realización de una valoración de los diferentes puestos de trabajo.
Según Herzberg, la motivación en el trabajo se caracteriza por dos tipos de necesidades que afectan de manera diversa el comportamiento humano:
- Factores motivacionales: son intrínsecos y controlados por los individuos en relación con el trabajo que desempeñan, como el reconocimiento profesional, tener un trabajo estimulante o uno que permita un desarrollo personal.
- Factores ambientales o higiénicos: son extrínsecos, localizados en el ambiente y controlados por la empresa, como por ejemplo las condiciones de trabajo y el salario que percibe el trabajador.
Según la investigación de Herzberg, cuando los factores higiénicos son óptimos, se evita la insatisfacción de los empleados, y cuando los factores higiénicos son pésimos provocan insatisfacción, por lo tanto el salario, como factor higiénico que es, tiene que ser el óptimo, ya que si no generaría insatisfacción, pero no es un factor determinante para motivar al trabajador y lograr su felicidad en el trabajo. La satisfacción en el trabajo está, por lo tanto, en función del tipo de trabajo y de lo estimulante que este sea, pero hay un factor determinante de cara a ser feliz en el trabajo, que es la actitud con la que se afronte este, ya que es frecuente ver a trabajadores felices, que realizan el mismo trabajo que otros, que están amargados.
El enfoque de la política retributiva es, pues, una de las funciones con mayor valor estratégico dentro de las empresas y las áreas de recursos humanos, siendo un instrumento clave para evitar la insatisfacción de los trabajadores en la empresa, motivo por el cual es un tema a tratar en profundidad en el Máster Universitario en Dirección y Gestión de Recursos Humanos que se imparte en la UDIMA.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)