Cuatro consignas y nueve pasos para crear una “marca personal” de éxito para mí y mi organización

Hay Profesionales que llevan escrito en la frente una Promesa de éxito, que tienen esa «gracia» especial, ese don que va más allá de sus conocimientos, habilidades y experiencia, ese «appeal» envolvente que les hace excelentes entre los excelentes, deseables y elegidos. ¿Y que tienen ellos que no tengamos los demás? Pues un no sé qué, que qué se yo... que alguien un día llamó: marca personal.

Mi director general tiene una frase que me encanta: «La mayoría de nosotros nos sospechamos pero no nos conocemos». ¿Quién de nosotros, así en frío y de sopetón sabría expresar en 90 segundos los aspectos más positivos del producto que es, el valor único y diferencial que aporta a la organización? ¿Alguno de nosotros sabe definirse con una sola palabra, o una frase corta, un dibujo, un eslogan? Da igual que llevemos 20 años trabajando, no nos conocemos, todavía no hemos hecho un paquete con la compleja combinación de talentos que somos y estamos ignorando para qué servimos de manera superior. Si no conocemos el producto que somos, ¿cómo vamos a provocar en los demás las ganas de comprarnos? Ya está la cosa lo suficientemente fea como para salir al mercado sin marca, o con una marca débil, o lo que es peor: una marca pésima.

Hablando de PERSONAL BRANDING, un día un alumno de un afamado máster de una afamada escuela de negocios de Madrid, levantó la mano en público y dijo que todo eso terminado en «ing» era muy guay, y que él quería una, pero nadie en su carísima escuela le había dado instrucciones concretas y no sabía por dónde empezar. Ese día volví a casa y ordené las ideas en un método. Todo comienza por volver al ego desbordante de los 15 años... ¿me acompañas?

 

Margarita de Vega Sáenz de Tejada
Consultora de outplacement en UNICONSULT

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RTSS. CEF. NÚM. 336 (marzo 2011)

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