Entrevista o reunión: ¿Cómo abordar el primer contacto con los futuros empleados?

Según la RAE una entrevista es la concurrencia de dos o más personas en un lugar determinado para tratar de resolver un negocio, mientras que sobre la reunión solo nos dice que es un conjunto de personas reunidas.

En muchas empresas, el concepto de entrevista de trabajo se suele entender como que la empresa principalmente pregunta y el candidato debe responder. Si las respuestas no son satisfactorias, en la mayoría de los casos el candidato no accede al puesto de trabajo.

En una reunión, según la RAE, no hay nadie que lleve la iniciativa, ya que su escueta definición no ayuda demasiado a diferenciar el concepto de reunión del de entrevista, pero en las relaciones empresariales se suele entender por reunión la concurrencia de una o varias personas, en un lugar determinado, con la voluntad de resolver un asunto, que es la definición de la RAE de una entrevista.

Por lo tanto, para mejorar los procesos de selección, solo hay que adaptar el significado de la palabra entrevista de trabajo a lo que literalmente dice la RAE.

Y es que las relaciones laborales están cambiando, de forma que en muchos casos las empresas deben convencer a sus candidatos para trabajar en sus empresas. Esto solo se consigue si la entrevista se trata como una reunión entre diferentes partes que buscan llegar a un acuerdo satisfactorio.

¿Cómo convencer a un candidato para que elija nuestra empresa para prestar sus servicios?

Los tiempos están cambiando y ahora ante la falta de trabajadores como albañiles, camareros o cocineros, las empresas tienen que esforzarse más para captar talento para sus organizaciones, incluso para perfiles que requieren menos cualificación.

En muchas entrevistas de trabajo se comienza con una breve descripción de la empresa, pero esta presentación se hace en muchos casos sin esforzarse por vender las bondades de la compañía.

Si la empresa en la primera fase de una entrevista de trabajo consigue vender la empresa al candidato de forma que este desee trabajar en ella, el candidato estará más motivado en la entrevista y estará pensando en dar buenas respuestas para conseguir su incorporación a la empresa.

Por el contrario, si el trabajador tiene facilidad para encontrar otro empleo y se le somete a un incómodo interrogatorio, en el que además no se le venden las virtudes de trabajar en la empresa, puede que cuando se le notifique que ha sido seleccionado no se incorpore al puesto de trabajo.

Enfocar la entrevista de trabajo como un proceso de venta

En un buen proceso de venta primero se suele hacer una presentación de la empresa, luego se sondea, a continuación se argumenta, se debe dar respuesta a las objeciones para convencer al consumidor, puede que haya que negociar, luego se cierra la venta y por último hay que dar un servicio postventa.

En una entrevista de trabajo se puede seguir este mismo proceso.

• Presentación de la empresa. Más que una simple presentación de la empresa hay que vender sus virtudes y convencer al candidato de que es una buena opción para su desarrollo profesional.
• Sondeo. Mediante una serie de preguntas hay que conocer un poco más al candidato, para ver si se adaptará al puesto de trabajo.
• Argumentación. Una vez realizado el sondeo se puede ceder el turno de preguntas al candidato, para dar respuesta a sus inquietudes mediante argumentos convincentes.
• Negociación. Imponer unas condiciones laborales de forma unilateral ya no es posible en muchos puestos de trabajo ante la escasez de trabajadores cualificados en determinadas profesiones. Es por ello que la entrevista de trabajo debe enfocarse como una reunión en la que será necesaria una negociación.
• Cierre. En el cierre de la entrevista se debe informar sobre los siguientes pasos y si se está interesado en el candidato hay que notificárselo a la mayor brevedad posible, ya que si la selección se demora se corre el riesgo de que el candidato acepte una oferta de trabajo de otra empresa.
• Postventa. Se debe cumplir con las expectativas del trabajador. Si se le vende la empresa de una forma que dista mucho de la realidad, o al trabajador le cuesta integrarse, de nada habrá valido el esfuerzo realizado para su contratación. Si no se cumplen las expectativas del trabajador, al poco tiempo estaremos haciendo una entrevista de salida para conocer los motivos por los que abandona la empresa.

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José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-