La importancia de una buena política de RRHH para evitar guerras internas
Entraron en el despacho del director de Recursos Humanos y se sentaron uno enfrente del otro, las miradas no se cruzaban, parecían estar sincronizadas para evitar mirarse, sin embargo en algo coincidían, se alternaban en el cruce de brazos y de piernas.
El director de Recursos Humanos, saludó y los miró, sabía que el conflicto ya tenía difícil solución, sus caras estaban deformadas por la rabia acumulada, pensó unos instantes, sabía que tenía que medir muy bien sus palabras para evitar que la situación se descontrolara, y así lo hizo, pero el resultado no acabó siendo el esperado.
El sondeo para descubrir la fuente del conflicto, pronto derivó en una ruda discusión, la mediación no funcionó, la situación se volvió muy difícil de controlar, el director de Recursos Humanos pensó encontrarse en tierra de nadie en un campo de batalla.
¿Cuánto talento se pierde en disputas internas?, ¿cuántas energías se gastan en conspiraciones entre compañeros? El conflicto es innato al ser humano, pero el saber evitarlo y controlarlo es el arte de los mejores profesionales de los Recursos Humanos.
¿Cómo acabaría el conflicto anterior?, ¿cuáles serían los motivos que lo provocaron?, ¿qué puede hacer el director de Recursos Humanos en esa tesitura?
Conflictos entre jefes y empleados, entre compañeros, algunos se llevan la guerra luego a sus casas, las guerras internas son una carcoma que puede acabar con los cimientos de cualquier sociedad si no se evitan y controlan.
¿Cómo anticiparse a un conflicto en la empresa?
Sun Tzu (544 a.C.-496 a.C.), uno de los mayores estrategas de todos los tiempos, autor de «El arte de la guerra», afirmaba que lo ideal es ganar una guerra sin derramamiento de sangre y que existe calamidad incluso en la victoria, cuando no se ha conseguido la armonía entre las personas. Por ello, es mejor ceder antes que luchar, prestando batalla solo cuando no hay otra elección posible.
Un conflicto dentro de una empresa surge cuando dos o más personas, que pueden tener intereses contrapuestos o animadversión, entran en confrontación y emprenden acciones hostiles, buscando neutralizar, dañar o eliminar a la parte rival, para con su actitud intentar conseguir los objetivos que motivaron dicha confrontación. El conflicto es una fuente de problemas, pero no solo para los directamente implicados, ya que puede afectar a otras personas a o la empresa en su conjunto.
Para anticiparse al estallido de un conflicto, hay que estar atento para identificarlo en sus indicios, ya que el nivel de tensión es ascendente. La secuencia que suele seguir un conflicto es la siguiente:
- Incomodidad, insatisfacción y necesidades no satisfechas entre las partes. Se intuye que algo no va bien, ya que las cosas no marchan como hasta el momento.
- Surge el problema y comienzan a producirse incidentes. Empieza a haber discusiones, resentimientos y preocupaciones.
- Malos entendidos y rumores avivan el conflicto. Existe una mala comunicación y se producen percepciones diferentes de una misma situación, distorsionando la realidad para amoldarla a los intereses de cada una de las partes.
- La tensión y las actitudes negativas acaban estallando en una crisis. Se puede llegar a perder las buenas maneras, siendo este el punto en el que se encontraría el director de Recursos Humanos del que hablamos anteriormente.
La comprensión de un conflicto se facilita si se distinguen las diferentes áreas de discrepancia o de incompatibilidad que se han de tratar para solucionar el problema, se identifican los diferentes intereses y las necesidades mínimas de las partes que deben ser cubiertas para zanjar el problema.
El Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos - RR. HH del CEF ayuda a los profesionales de los recursos humanos de las empresas a evitar, identificar y solucionar conflictos, para así lograr que las organizaciones consigan mantener a las personas más adecuadas para las mismas.
Son muchos los buenos profesionales que abandonan las empresas por conflictos con otros compañeros, y muchas veces no son los mejores los que se quedan cuando hay un conflicto, sino los trabajadores tóxicos que tienen más fácil salir de la empresa, ya que los más competentes pueden encontrar trabajo más fácilmente en empresas competidoras.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero