Los jefes que no sabían jugar al ajedrez
Cada vez eran más las fichas de ajedrez amenazadas sobre el tablero, por lo que el desenlace de la partida se decidiría en los próximos movimientos. Finalmente, la balanza se decantaría sobre el jugador que mejor aguantó la presión y no cometió errores.
«Se busca trabajador con resistencia a la presión», es el anuncio en muchas ofertas de empleo. ¿Será para jugar al ajedrez?
Un buen jugador de ajedrez tiene que ser resistente a la presión y saber ejercerla, ya que sabe que cuanto mayor es la presión más errores se pueden cometer.
Sin embargo, una excesiva presión en un trabajo no es un juego, ya que si esta es constante y se prolonga en el tiempo, además de forzar errores puede socavar la salud del trabajador o directivo y acabar en una baja laboral o un despido silencioso. Por ello, un jefe que ejerce más presión que la que debe, no debe saber que el exceso de presión fuerza errores y debería jugar más al ajedrez.
¿Qué es la resistencia a trabajar bajo presión?
Tener resistencia a trabajar bajo presión consiste en tener la capacidad y resistencia, tanto física como mental, para desarrollar determinadas tareas profesionales en condiciones adversas.
La sobrecarga de trabajo, tener poco tiempo disponible para su realización o tener que tomar importantes decisiones en situaciones de incertidumbre, pueden generar una gran presión sobre determinados trabajadores o directivos.
Un trabajador con resistencia a la presión mantendrá el ritmo de eficiencia, eficacia y concentración a pesar de la presión.
Problemas derivados del trabajo bajo presión
La presión en el trabajo en ocasiones es inevitable, pero un buen directivo tiene que saber distinguir entre la presión puntual que puede sufrir un trabajador y la presión sistemática a la que puede estar sometido por sobrecarga de trabajo reiterada.
Pero la peor presión puede venir de los jefes, que, además de la presión propia del puesto de trabajo, le añaden órdenes contradictorias y sin sentido, largas reuniones improductivas cuya principal consecuencia es que los trabajadores tengan menos tiempo para realizar su trabajo y, en el peor de los casos, la presión derivada de acoso en el puesto de trabajo o mobbing.
Una excesiva presión puede ser el desencadenante de una situación crónica de estrés o de la aparición del síndrome del trabajador quemado o burnout, que acabe en una prolongada baja laboral o con el trabajador en modo supervivencia. El estrés causa una de cada cuatro bajas laborales en nuestro país.
Un trabajo exigente, con recursos limitados para desempeñarlo y la falta de apoyo de los superiores, es uno de las principales fuentes de nacimiento del estrés.
Pero no toda presión es mala, si se gestiona bien puede tener beneficios como optimizar la actividad del trabajador al priorizar las tareas verdaderamente importantes, aumentar la productividad e incrementar la agilidad mental y creativa del trabajador.
Consejos para trabajar bajo presión
Si tienes que trabajar habitualmente bajo presión, te dejamos algunos consejos:
- Practica el mindfulness o el yoga. Este tipo de prácticas te proporcionará salud física y mental, ya que te ayudarán a mejorar tu resiliencia y la concentración en el momento presente. Aprenderás a tomar conciencia del mundo que te rodea y a ser consciente de tus pautas de comportamiento y emociones. La práctica del mindfulness también te puede ayudar mejorar tu productividad y la atención en el puesto de trabajo al mejorar la capacidad de concentración y reducir el estrés, ya que se mejora la habilidad para responder de forma adecuada al estrés que genera el trabajo bajo presión.
- Organiza y prioriza las tareas a realizar. No todas las tareas tienen que realizarse con urgencia. En este sentido, es conveniente dedicar algo de tiempo a organizar las tareas y dar prioridad a las más importantes.
- Apóyate en las agendas electrónicas y en la tecnología. Al trabajar bajo presión puede que se nos olviden algunas cosas, por lo que es importante utilizar calendarios con avisos o dispositivos que nos recuerden la realización de determinadas tareas. De esta forma, liberaras tu mente al dejar que la tecnología te avise de determinadas tareas que tienes que realizar.
- Piensa en las soluciones, no en los problemas. De esta manera no cargarás tanto tu mente recordando todos los problemas que tienes y en lugar de tener pensamientos negativos, los transformarás en positivos. Si piensas en positivo tendrás más confianza y liberarás estrés.
- Mente sana en cuerpo sano. Para liberar estrés es importante hacer deporte y descansar lo suficiente, por lo que debes dormir como mínimo 7 horas diarias. Comer sano, salir con amigos o la pareja y disfrutar de tu tiempo libre, sin pensar en el trabajo, te ayudará también a desconectar y retomar el trabajo con energías renovadas.
Los responsables de recursos humanos deben intentar crear un buen clima laboral y fomentar el refuerzo positivo de los trabajadores, intentando con ello que los trabajadores gestionen sus sentimientos de forma positiva en lugar de ver el lado negativo de las cosas.
Para todos aquellos profesionales que quieran mejorar su formación, competencias y habilidades en el área laboral, el CEF.- pone a su disposición un amplio abanico de programas formativos en materia laboral y de recursos humanos. Además, para los interesados en una mayor especialización, el Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos - RR.HH. es la solución ideal.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-