Consejo Europeo: el Parlamento Europeo pone el acento en el empleo y el crecimiento

La creación de empleo y el impulso de la economía son vitales para el futuro de Europa, como subrayaron este martes en Bruselas los eurodiputados, reunidos en pleno. Durante un debate sobre las conclusiones de la reunión del Consejo del pasado lunes, algunos europarlamentarios consideraron que el pacto fiscal no constituye la vía adecuada para salir de la crisis. En el debate participaron tanto el Presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, como el del Consejo, Herman Van Rompuy.

Van Rompuy destacó que "los últimos dos años hemos adoptado medidas complicadas, incluso dolorosas, porque era necesario; ahora empezamos a ver que el esfuerzo mereció la pena". En su opinión, no basta con estabilidad financiera para resolver la crisis, sino que "hay que hacer más, sobre todo en cuanto a crecimiento económico y empleo". En este sentido, enumeró tres prioridades: la creación de empleo, especialmente para los jóvenes; facilitar el acceso de las PYMES a los créditos; y reforzar el mercado interno.

Para Durão Barroso, "al poner sobre la mesa propuestas concretas para frenar el desempleo entre los jóvenes y financiar a las pequeñas y medianas empresas, la Comisión Europea abre perspectivas para dos de los temas que más preocupan a los ciudadanos: el crecimiento y el empleo". El Presidente de la CE también aboga por "liberar el potencial del mercado interno", al que calificó de "joya de la corona" de la Unión Europea.

Grupos políticos

Durante el turno de intervenciones de los grupos políticos, el líder de los populares europeos, el francés Joseph Daul, afirmó tener "tres deseos" relacionados con el pacto fiscal: que sea una realidad lo antes posible, que se aplique sin tardanza y que tenga la forma reclamada por el Parlamento Europeo. Daul también subrayó la importancia de un mercado interno más competitivo para hacer frente a la crisis.

Sin embargo, el presidente del grupo del Partido Socialista Europeo, el austriaco Hannes Swoboda, consideró que el pacto fiscal está "equivocado en cuanto a los objetivos", y preguntó por qué se penaliza a los países con alto nivel de déficit, y no a los que tienen una alta tasa de paro juvenil. Asimismo, se mostró muy crítico con el papel de liderazgo desempeñado por Alemania, opinando que debería estar "ofreciendo apoyo a la UE, y no dividiéndola".

En nombre del grupo liberal, el belga Guy Verhofstadt aseveró que el principal resultado de la Cumbre fueron "palabras", mientras que "lo que necesitamos ahora son actos". Afirmó que "siempre se toman medidas a medias", motivo por el que, desde su punto de vista, no se han obtenido resultados a pesar de invertirse "mil millones de euros" de los contribuyentes en medidas anticrisis. Apostó en su lugar por una "solución estructural" y por la mutualización de la deuda.

Decepción

Rebecca Harms, de Los Verdes, también fue crítica con las conclusiones del Consejo. En su opinión, "esta maraña de Cumbres sólo está decepcionando a los ciudadanos, quitándoles la venda de los ojos". La eurodiputada alemana se mostró partidaria de aumentar las inversiones en transporte y energía".

El líder del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, el británico Martin Callanan, declaró que incluso si el pacto fiscal fuera aprobado y adoptado, las cosas no cambiarían. "Mi grupo no va a pedir disculpas por tener una mentalidad única sobre el mercado único", declaró, añadiendo que  seguirán "persiguiendo el objetivo de crear un mercado único digital".

El alemán Lothar Biski, en representación del grupo de la Izquierda Unitaria Europeo/Izquierda Verde Nórdica, opinó que el pacto fiscal sólo agravará la situación financiera, ya que sus disposiciones son "injustas y antidemocráticas". Por ello pidió "un giro de 180 grados".

Nigel Farage, eurodiputado británico presidente del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, calificó el acuerdo sobre Grecia de "diplomacia a punta de pistola", opinando que la situación del país se debe "a que está en el euro". "El siguiente será Portugal", vaticinó, dirigiéndose a Barroso.

El Tratado acordado el pasado 30 de enero será vinculante como acuerdo internacional. Está previsto que su firma tenga lugar en el marco del Consejo de los días 1 y 2 de marzo. Entraría en vigor tras la ratificación de al menos doce Estados miembros de la eurozona, pero también está abierto a países que no formen parte de ella.

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