Europa recomienda aumentar los años para calcular la pensión
La Comisión Europea acaba de publicar el ‘Libro Blanco sobre las pensiones’, en el que propone medidas concretas a España y al resto de los países miembros de la Unión Europea para garantizar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones a largo plazo. Una recomendación general es aumentar los planes privados de jubilación y reforzar los planes de pensiones complementarios.
El número de personas con más de 60 años crece en Europa a un ritmo anual de dos millones, prácticamente el doble que a finales de la última década del pasado siglo. En sentido inverso, el número de personas entre 20 y 59 años -lo que constituye el núcleo de la población activa- decrecerá paulatinamente en las próximas décadas.
Pero además el impacto del envejecimiento demográfico se ha visto agravado aún más por la crisis económica. Las pensiones ya representan un porcentaje muy alto del gasto público: una media del 10 % del PIB en la actualidad, que posiblemente llegue hasta el 12,5 % en 2060.
En este contexto, la Comisión Europea acaba de publicar el ‘Libro Blanco sobre las pensiones’, en el que evalúa el estado de la cuestión tras la oleada de reformas de los sistemas de Seguridad Social europeos y fija una serie de recomendaciones para los Estados miembros.
“Garantizar unas pensiones adecuadas para el futuro es posible si cumplimos hasta el final nuestros compromisos de reforma”, afirmó László Andor, comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, en la presentación del informe.
En el caso de España aconseja que se prosiga con la aplicación de la reforma de 2011 en lo relativo a elevar la edad de jubilación de 65 a 67, y pone especial énfasis en la necesidad de aumentar el número de años cotizados que se utilizan para el cálculo de la pensión.
Además, recomienda poner en marcha medidas para mejorar la formación continua de trabajadores mayores. Y, finalmente, algo que también contempla la reforma a partir de 2027, revisar periódicamente los parámetros para el cálculo de la pensión en relación con los cambios en la esperanza de vida.
El Libro Blanco propone unas orientaciones generales de las políticas de Seguridad Social de los Estados miembros, que tienen la competencia para plasmarlas en normas legales:
- Animar a los Estados miembros a que fomenten la prolongación de la vida laboral. Para ello, la Comisión propone varias vías: vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida; restringir el acceso a la jubilación anticipada; eliminar las diferencias que existen entre hombres y mujeres en materia de pensiones; trabajar más años; y capacitar a las personas para que trabajen más tiempo y recurrir al Fondo Social Europeo para que los trabajadores de más edad puedan acceder al empleo.
- Desarrollar las pensiones privadas y la previsión complementaria. Se debe animar a los interlocutores sociales a crearlos y a los Estados miembros a optimizar los incentivos fiscales y de otro tipo. También es necesario mejorar la seguridad de los planes privados de empleo -en los que el empresario constituye el plan en favor de los empleados de la empresa-, que sobre todo en tiempos de crisis pueden ser vulnerables, y dar pasos hacia la creación de un mercado interior único de las instituciones privadas que gestionan estos fondos.
- Seguir con el seguimiento de la adecuación, la sostenibilidad y la seguridad de las pensiones y apoyar las reformas de los Estados miembros en este ámbito.
SEGURIDAD SOCIAL.- ACTIVA.