12 habilidades que los directivos deben poseer
La dirección de un equipo de personas hacia un objetivo común es una de las tareas más apasionantes que un directivo puede acometer, pero no es una tarea fácil ya que requiere de habilidad, experiencia y formación.
Si el objetivo se logra con la motivación del equipo, el directivo habrá ejercido eficientemente su rol de líder, pero en ocasiones la resistencia al cambio de los equipos y a moverse de su zona de confort puede consumir muchos recursos y energías.
También es importante destacar que los directivos tienen que renovarse constantemente, ya que deben ser capaces de adaptar sus estrategias en función de las circunstancias, de manera que una solución que fue buena antaño, puede no ser la adecuada para resolver un problema similar en el futuro. Según Napoleón Bonaparte «hay que cambiar de tácticas cada diez años si se quiere mantener la superioridad». Aunque en el entorno actual diez años puede ser un periodo demasiado largo.
Los directivos cambian, evolucionan y aprenden de sus errores y aciertos, pero también cambia el «agua» en el que se mueven, su entorno, las personas con las que trabajan y sus circunstancias. Según el filósofo griego Heráclito: «Al mismo río entras y no entras, pues eres y no eres»; ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.
¿Qué habilidades debe tener un directivo?
Si bien las habilidades que puede necesitar un directivo pueden variar en función del tipo de empresa, sector y entorno en el que se mueva, existen una serie de habilidades directivas que se pueden considerar comunes y que serían las siguientes:
- Liderazgo. Conseguir aunar a un equipo en aras de un objetivo, motivándolo y logrando que se comprometa a su consecución, sin necesidad de ejercer el poder coercitivo de dirección, es una habilidad innata de los mejores directivos. Para poder motivar a su equipo, el líder debe de ser capaz de descubrir y potenciar las capacidades de sus integrantes, siendo como un entrenador («coach») de su equipo, que acompaña, instruye y entrena a los integrantes de su equipo.
- Capacidad para delegar. Los directivos tienen que ser capaces de delegar funciones en los integrantes del equipo, haciéndolos responsables de la correcta ejecución de las tareas, bien sea individualmente o a un conjunto de trabajadores. El directivo será el responsable de asegurar el buen fin de las tareas delegadas, por lo que es importante discernir bien qué tareas y a quién se pueden delegar.
- Habilidad para la construcción de equipos. No es lo mismo tener un conjunto de trabajadores que un equipo de trabajadores organizado, motivado y disciplinado. Un equipo debe compartir logros y fracasos, siendo capaces de dejar de lado objetivos particulares en aras de la consecución de objetivos colectivos.
- Habilidad para la comunicación. Los directivos tienen que tener facilidad para la comunicación, tanto oral como escrita. Esta comunicación debe de saber adaptarse a sus diferentes interlocutores: superiores, subordinados, clientes, accionistas, etc. Además, también es importante saber elegir los mejores momentos, medios y maneras de realizar la comunicación, para que esta cumpla de la mejor manera su función.
- Habilidad para resolver problemas. La mejor manera de resolver un problema es evitar que este llegue a producirse, anticipándose a las problemáticas que pudieran surgir y evitando que estas eclosionen. Sin embargo, esto no es siempre posible por lo que los directivos deben de tener la capacidad para solucionar los problemas que puedan surgir de forma óptima.
- Resilencia. La resilencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas, debiendo los directivos ser capaces de afrontar la adversidad, adaptarse a ella y superarla. Los directivos tienen que tener la capacidad para discernir cuándo, cómo y de qué manera trasladar las situaciones difíciles a los miembros de su equipo, motivándolo para, juntos, solucionar las situaciones difíciles que toca atravesar a muchas empresas.
- Habilidades técnicas. El directivo debe saber hacer, para poder supervisar y distribuir el trabajo entre los miembros de su equipo. Además, debe ser un referente para su equipo aportando sus conocimientos cuando sea preciso.
- Tener empatía y habilidades sociales. La empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro ser puede sentir, siendo esta una habilidad clave de cualquier directivo, que debe de tener la capacidad de ponerse en la situación de sus colaboradores. La forma en la que el directivo se relaciona con su equipo contribuirá al desarrollo de un buen clima laboral, desarrollará relaciones satisfactorias y se reforzarán los lazos entre los integrantes del equipo.
- Fluidez en la toma de decisiones. Los directivos están constantemente tomando decisiones, por lo que la optimización de este proceso es un factor clave en el éxito del directivo. Una buena decisión puede ser acertada en un momento dado, pero si se retrasa en exceso puede ya no ser tan buena.
- Habilidades estratégicas. Un directivo tiene que ser un estratega, capaz de establecer prioridades y definir planes de acción para alcanzar los objetivos establecidos.
- Habilidad para gestionar los cambios. Como dijo Heráclito: «Todo fluye, todo cambia, nada permanece constante». Los directivos deben de tener la habilidad para liderar los cambios, siendo uno de los retos que tienen en la actualidad la adaptación a la digitalización de las empresas.
- Habilidad para saber cuándo y cómo recompensar los logros conseguidos por las personas y equipos que dirige. Un equipo que ve que su esfuerzo es tenido en cuenta y recompensado estará más motivado y será más fácil dirigir sus esfuerzos en aras de los objetivos que establezca su líder.
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José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)