7 puntos clave para liderar con éxito la diversidad de un equipo
Los expertos en liderazgo adaptan su forma de dirigir a sus equipos, obteniendo el máximo rendimiento del equipo en su conjunto. Ningún equipo es igual que otro, por lo que un buen líder tiene que conocer bien a cada uno de sus integrantes y el rol que desempeña cada individuo dentro del conjunto.
La diversidad es un generador de ideas que enriquece las acciones y resultados de la empresa. En el entorno global en el que nos movemos, tenemos que saber liderar en todas las direcciones.
«Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo, es por un malentendido.» (Jean-Paul Sartre)
Todos somos diferentes, tenemos creencias diferentes, capacidades diferentes, un carácter y una personalidad que nos marca, podemos tener diferentes religiones, o un diferente color de piel, características y rasgos que nos pueden hacer ser amados u odiados por nuestros semejantes.
Cuando optamos a un trabajo no podemos ser discriminados, el artículo 17 del Estatuto de los Trabajadores vela por ello, pero cuando pasamos un proceso selectivo para buscar trabajo se suele evaluar la capacidad para desempeñar el trabajo y para adaptarse al puesto y a la empresa, pero no el pensamiento divergente, a pesar de que hay una larga lista de genios que lo han sido porque han pensado de manera diferente a la mayoría.
Nadie contrataría a un individuo de aspecto desaliñado, olvidadizo, mediocre en sus estudios, al que sus docentes consideraran como lento, introvertido y retardado. Es probable que no, pero Albert Einstein era así.
Sin embargo, en un equipo cada uno debe de tener su rol, podemos tener muchos genios aportando ideas pero las ideas hay que ejecutarlas y para ello se necesitan perfiles muy diferentes dentro de una organización.
¿Cómo conseguir liderar con éxito la diversidad en una organización?
Para conseguir un liderazgo eficaz en un entorno de diversidad hay que saber liderar los procesos de gestión de la diversidad y al mismo tiempo conseguir un equipo cohesionado, para lo cual podemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Gestión de los sentidos. Oímos pero no realizamos una escucha activa y en muchas ocasiones oímos pensando en responder, cuando la respuesta ya puede estar en lo que estamos escuchando. Vemos pero no observamos, no nos fijamos en detalles importantes y en ocasiones nuestro olfato falla y no olemos que un equipo se está quemando, hasta que abrimos una puerta y nos encontramos con las llamas en nuestras narices.
- Enfocar los problemas desde diferentes perspectivas para encontrar más de una solución a un desafío o problema. El trabajo en equipo entre personas con pensamientos convergentes y divergentes, unos aportando ideas y otros analizando estas y decidiendo la opción más correcta, evitará la aparición de problemas y ayudará a resolver los que surjan desde diferentes perspectivas.
- Empatía. Ponerse en la piel de los compañeros de trabajo, entendiendo y compartiendo sus sentimientos, pensamientos, cultura y emociones.
- Respeto. El respeto es la clave de cualquier relación, pero en un entorno multinacional en el que en la misma organización conviven trabajadores de diferentes culturas y religiones, es un factor clave. Los trabajadores se tienen que sentir seguros en un ambiente de trabajo inclusivo y libre de prejuicios.
- Comunicación. La comunicación es el engranaje de cualquier equipo, para ello esta debe ser fácil y se debe crear una cultura organizacional en la que exista libertad para expresar ideas y pensamientos. Hay que crear relaciones de confianza y seguridad, donde los integrantes del equipo puedan aportar sus ideas con la seguridad de que serán tenidas en cuenta. El contenido y la forma de la comunicación también debe adaptarse en función de la diversidad del equipo.
- Fomenta el brainstorming. Facilitar que las ideas fluyan dentro del equipo se puede conseguir con una tormenta de ideas, una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado.
- Promueve la autonomía. Facilitar que el equipo logre sus metas con autonomía y consiga por sí solo los objetivos deseados es clave para liderar en la diversidad. Para conseguirlo es fundamental conocer a cada integrante del equipo y adaptar el liderazgo a su perfil; algunos necesitarán algo de ayuda y supervisión, pero otros volarán más lejos de lo esperado por sí solos.
¿Qué resultados conseguiremos liderando en la diversidad?
Liderar en la diversidad nos permitirá entre otras cosas:
- Tener una mayor riqueza de ideas, planteamientos y alternativas.
- Disponer de la capacidad para atraer talento, ya que cuando una organización tiene una buena reputación de «diversidad», como en el caso de Google, que es muy valorada por su buen ambiente de trabajo multicultural, es porque las personas saben que se les valorará por sus ideas y su trabajo.
- Tener la capacidad para generar negocio adicional para la empresa, descubrir nichos y desarrollar productos específicos.
- Aprovechar las distintas experiencias y conocimientos de cada uno de los miembros del equipo para entre todos tomar mejores decisiones y mejorar los resultados, sin importar su cultura, sexo, edad o pensamiento.
- Conocer y respetar a los demás, su cultura y sus costumbres, siendo conscientes del valor añadido que todo ello nos aporta.
- Entender las diferencias que existen dentro de equipos multigeneracionales y cómo gestionarlas, así como tener las herramientas colaborativas para desarrollar un equipo cohesionado y productivo, orientado a la innovación.
- Aprovechar los conocimientos y experiencias de las personas que piensan de forma diferente, ya que son una fuente de creatividad e innovación.
Para todo aquel que quiera aprender a aprovechar las distintas experiencias y conocimientos de cada uno de los miembros del equipo, para entre todos tomar mejores decisiones y mejorar los resultados, sin importar su cultura, sexo, edad o pensamiento, el CEF.- pone a su disposición el Curso Liderando desde la Diversidad.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-