Pensiones de vejez: principales tendencias en la edad de jubilación
En inglés, el término «retirement age» (edad de jubilación) designa la edad legal a la que un trabajador debe obligatoriamente retirarse del mercado laboral. El término «pensionable age» hace referencia a la edad legal a partir de la cual un trabajador es elegible para percibir una pensión de vejez. Ambos términos se han empleado comúnmente como sinónimos y designan una edad de alrededor de 65 años en el caso de los hombres.
No obstante, en un número creciente de países se observa cada vez más una diferenciación entre ambos conceptos. Las edades de elegibilidad para la pensión van en aumento y se están desligando de la necesidad de retirarse total o parcialmente de la actividad económica. La presión financiera sobre los regímenes de pensiones (debido a las restricciones fiscales a corto plazo y a las tendencias demográficas a largo plazo) propicia dichos cambios legales y genera un control cada vez más estricto sobre el modo de financiación y de entrega de las prestaciones de vejez.
El aumento de la edad de percepción de las prestaciones ejerce una influencia positiva notable sobre la sostenibilidad financiera de los sistemas. En muchos países, las propuestas en este sentido conforman el núcleo del debate sobre la reforma de las pensiones. La investigación de la AISS revela que una serie de países ha incrementado la edad de jubilación en los últimos 5 años. No obstante, el aumento de la edad de elegibilidad para la pensión, incluso cuando se introduce de forma escalonada, es una medida impopular y delicada desde el punto de vista político.
La instauración de una edad de jubilación «normal» más tardía suele acompañarse de medidas para permitir una edad de jubilación flexible y una jubilación parcial. No obstante, el éxito de estas medidas exige la adopción de políticas de apoyo como, por ejemplo, una mayor coordinación con los objetivos de las políticas de empleo, pensiones de «segundo pilar» y el diseño de programas de salud y discapacidad destinados a mantener la buena salud de los trabajadores de mayor edad. También es necesario mejorar los conocimientos sobre finanzas y la calidad de la información sobre las pensiones suministrada a los trabajadores mayores, a fin de ayudarles a tomar decisiones adecuadas sobre el momento oportuno para jubilarse teniendo en cuenta las prestaciones que les corresponden.
A partir de las recientes observaciones de cómo se están reformando las edades de jubilación, la investigación de la AISS distingue tres grandes tendencias.
1. Una jubilación diferida pero cada vez más flexible
Si la ley no la impone, se puede fomentar una postergación voluntaria de la jubilación mediante incentivos generosos (o al menos neutros desde un punto de vista actuarial) para el trabajador o el empleador (por ejemplo, una disminución de las cotizaciones del empleador a la seguridad social por cada trabajador mayor o un fomento de la jubilación parcial) o mediante una mayor flexibilidad en la elección de la fecha de jubilación.
Los principales objetivos de estas medidas son estimular y apoyar un cambio cultural de actitud frente a la jubilación anticipada, desalentándola al tiempo que se incita a los trabajadores mayores calificados a permanecer más tiempo activos y se garantiza un trato equitativo a los trabajadores que posterguen su jubilación. A la luz del aumento de la esperanza de vida y de las mejoras en la salud de los trabajadores mayores, así como de la escasez de trabajadores capacitados en algunos sectores, la jubilación anticipada se considera cada vez más como una pérdida gravosa para la sociedad en general.
Ejemplos de países europeos
- Alemania: Una vez cumplida la edad de jubilación normal de 67 años, se puede postergar la fecha de jubilación.
- Dinamarca: La edad de elegibilidad para la pensión puede aplazarse hasta los 75 años.
- Finlandia: Si se posterga la jubilación, el monto de la pensión se calcula aplicando una tasa de acumulación más elevada.
- Reino Unido: El aplazamiento de la fecha de jubilación se recompensa con una pensión más elevada y/o con el pago de montos fijos.
A pesar de estas medidas, en la actualidad pocos trabajadores optan por la jubilación diferida. En Japón, pese a un generoso 8 por ciento de incentivo por cada año de postergación de la jubilación, solo 3 por ciento de los trabajadores elegibles optan por este régimen, mientras que en Polonia 6 por ciento de los trabajadores aplazan su jubilación pero solamente por un año.
Por tanto, para promover con éxito la jubilación diferida, a menudo son necesarias otras medidas complementarias, así como una reforma de las políticas y de la legislación del mercado laboral. A tal efecto, es posible modificar los contratos de trabajo, introducir incentivos financieros o lanzar campañas de información destinadas a los empleadores. Además, las mejoras en el entorno laboral y el apoyo a la movilidad pueden mejorar las tasas de empleo de los trabajadores de edad más avanzada.
2. Flexibilidad de la edad y de las condiciones de jubilación
Posibilidades de jubilación
Algunos países han cambiado la edad de jubilación normal por un abanico de edades de jubilación. En el Reino Unido, no existe una edad de jubilación normal y los contratos de trabajo no finalizan automáticamente a una edad determinada. Para percibir una pensión, ya no se requiere haber dejado de trabajar. En Noruega, la edad de elegibilidad para la pensión es de 67 años pero se puede seguir trabajando.
Algunos países han establecido un vínculo directo entre la longevidad y las normas relativas a la edad de jubilación. Para ello, se suele adoptar una reglamentación que anule la finalización automática de los contratos de trabajo a una edad determinada. Estas medidas a menudo deben coordinarse con la provisión de pensiones complementarias del segundo pilar.
La reforma de las pensiones y la edad de jubilación flexible en Suecia
En Suecia ya no existe una edad de jubilación normal. Los trabajadores pueden jubilarse entre los 61 y los 70 años de edad. En su debido momento, reciben un «sobre naranja» que contiene una previsión detallada de sus ingresos de pensión a los 61, los 65 y los 70 años de edad. Este ejemplo muestra la importancia de proporcionar información clara y sencilla para facilitar las decisiones de los trabajadores. Sin embargo, en la práctica muchos empleados siguen jubilándose a los 65 años, por influencia de la edad de jubilación normal de la mayoría de las disposiciones de pensiones complementarias.
Jubilación parcial
Muchos trabajadores mayores prefieren seguir trabajando a tiempo parcial. Aunque no es una práctica generalizada, algunos países la autorizan. En Finlandia, es posible a partir de los 60 años si el asegurado cuenta con un programa de trabajo reducido. En Noruega, la jubilación parcial es posible a partir de los 62 años a condición de que la pensión correspondiente equivalga al menos a la pensión mínima. Un individuo puede cobrar 20, 40, 50, 60 u 80 por ciento de sus derechos de pensión y seguir trabajando y acumulando derechos de pensión. Este enfoque exige la disponibilidad de empleo a tiempo parcial, que muchos empleadores no pueden o quieren ofrecer.
3. La jubilación anticipada aún es posible aunque las condiciones son más estrictas
Muchos sistemas nacionales han permitido la jubilación anticipada, a menudo con condiciones generosas. Habida cuenta del costo y de las repercusiones económicas resultantes del retiro anticipado de muchos trabajadores capacitados y experimentados, los países están adoptando una reglamentación más estricta. No obstante, en muchos países todavía es posible jubilarse antes de la edad legal y en algunas situaciones aún se justifica, en especial en la de los trabajadores que realizan profesiones que exigen un esfuerzo físico importante y en la de aquellos que cuentan con largos antecedentes laborales. En Francia, la jubilación anticipada a tasa plena es posible si el trabajador ha cotizado durante 41 años. Los trabajadores que reciben pensiones del segundo pilar que les permiten completar cómodamente la renta de la seguridad social también pueden optar por una jubilación anticipada. En Estados Unidos, la edad a la que se puede cobrar una pensión es flexible.
Asociación Internacional de la Seguridad Social