Programas de garantías para jóvenes en la UE: la OIT, lista para actuar
La OIT cooperará con la Comisión Europea para mitigar la crisis del empleo juvenil, en particular a través de sistemas de garantía para jóvenes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo que está lista para aunar esfuerzos con la Comisión Europea a fin de apoyar a los Estados miembros de la UE en la implementación de programas de garantías para los jóvenes.
Esta decisión sigue a la aprobación en febrero por parte de los ministros de Empleo y Asuntos Sociales de la UE (EPSCO) de una recomendación que invita a los países a instaurar este tipo de sistemas en toda Europa.
“Las garantías para los jóvenes pueden ser eficaces a fin de reducir el desempleo y el desaliento entre los jóvenes”, señaló Azita Berar Awad, Directora del Departamento de Política de Empleo de la OIT.
En el marco de esta iniciativa, los Estados miembros introducirán medidas dirigidas a garantizar que a los jóvenes de hasta 25 años tengan acceso a oportunidades de empleo, de formación permanente, a pasantías o aprendizajes profesionales de calidad en el plazo de cuatro meses después de haberse inscrito en la lista de desempleo.
Cada país debe determinar cómo implementar estas medidas en base a su contexto nacional específico. La velocidad con la cual serán instaurados estos programas y servicios dependerá del nivel y de la naturaleza del desempleo juvenil en cada Estado miembro o del grado de dificultad presupuestaria que cada país enfrente.
Alrededor de 7,5 millones de jóvenes europeos no trabajan ni estudian ni reciben formación (conocidos como ni-ni en los países de habla hispana y NEET en inglés). Las garantías para los jóvenes pueden desempeñar un papel importante para ayudarlos a reconectarlos con el mercado laboral, explicó Berar Awad:
“El análisis de la OIT sobre los sistemas de garantías para los jóvenes existentes ilustra el potencial de estos mecanismos para reducir los déficits, hasta que el crecimiento económico se fortalezca y el mercado laboral se recupere”, dijo Awad.
Los países del norte de Europa (Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia), fueron los primeros en implementar garantías para los jóvenes en los años 80 y 90. Alemania, Austria, los Países Bajos y Polonia también han adoptado programas similares.
“Hay mucho que aprender de estas experiencias. Si están bien concebidos y orientados, los programas de garantías pueden alcanzar a los jóvenes desfavorecidos y ayudarlos a entrar en contacto con el mercado de trabajo”, agregó Berar Awad.
En Suecia, un estudio realizado en 2011 demostró que los jóvenes desempleados de 24 años, que se habían beneficiado de las garantías, lograron encontrar trabajo más rápidamente que los otros.
En Finlandia también se registró una disminución del desempleo juvenil, ya sea a través de la ayuda directa para conseguir trabajo o de la formación que llevó a que la persona obtuviera un trabajo.
En Austria, 63 por ciento de los jóvenes que participaron en una iniciativa similar en 2010 encontraron trabajo en el plazo de un año después de haber tomado parte en este tipo de programa.
Según estimaciones de la OIT, las garantías para los jóvenes podrían ser implementadas con un costo anual de aproximadamente 0,5-1,5 por ciento del PIB, de acuerdo con la situación del país y el número de jóvenes desempleados.
“Dado que el impacto económico y social a corto y largo plazo del desempleo y la inactividad de los jóvenes es muy alto, los beneficios de las garantías para los jóvenes pueden superar los costos”, indicó Berar Awad.
Sin embargo, a medida que más países se preparan para introducir las garantías para los jóvenes, es necesario supervisarlos mejor y evaluar su impacto.
La OIT y la CE buscarán formas de cooperación para analizar estos sistemas de garantías y de una serie de otras medidas políticas dirigidas a fomentar el empleo juvenil. Las lecciones aprendidas serán difundidas a gran escala, como un paso más del seguimiento del Llamado a la Acción a favor del empleo juvenil de la OIT de junio 2012.