El CES analiza la situación del sector de la construcción tras la crisis y formula propuestas para su recuperación

El CES analiza la situación del sector de la construcción tras la crisis y formula propuestas para su recuperación
  • El CES entiende que la construcción tiene recorrido para su reactivación, de manera que contribuya en el futuro al crecimiento, la competitividad, la cohesión social y territorial y la calidad de vida en España. Sin la recuperación de la construcción será difícil que la economía española recupere los niveles de empleo previos a la crisis. En la actualidad la actividad de la construcción se sitúa por debajo de los niveles normales en Europa.
  • El informe subraya fortalezas del sector, como la competitividad de sus empresas en el ámbito internacional, la innovación en materiales y procesos productivos o, el buen grado de formación de la mano de obra especializada o su sistema de negociación colectiva articulada.
  • Existen varios ámbitos con oportunidades para reactivar la construcción, como las infraestructuras de transporte, hídricas y energéticas o la rehabilitación de viviendas.
  • La caída de la inversión en infraestructuras, por el ajuste en el gasto público, reduce el crecimiento económico futuro, siendo necesaria la recuperación del esfuerzo inversor.
  • La colaboración público privada puede constituir un mecanismo alternativo de financiación del sector.

El Pleno del Consejo Económico y Social (CES) ha aprobado el Informe elaborado por propia iniciativa sobre el papel de la construcción en el crecimiento económico: competitividad, cohesión y calidad de vida. El informe ha contado con la unanimidad de los consejeros presentes en el Pleno, 43 votos a favor, 0 abstenciones y 0 en contra.

La construcción es un sector determinante para la cohesión social y calidad de vida de los ciudadanos y para la competitividad. Su evolución es decisiva para otras actividades que dependen de las demandas inducidas por el crecimiento de la construcción. Desde finales de los noventa hasta 2007 el sector se convirtió en locomotora de la actividad, con un crecimiento medio anual de cerca del 6%. Sin embargo, su pujanza respondía a una serie de desequilibrios financieros y económicos y creó una burbuja especulativa. Si bien era necesario un reajuste, la crisis redujo la actividad hasta niveles por debajo de los normales en las principales economías del entorno europeo. En el largo plazo la actividad normal de este sector se situaría en torno al 7-9% en el VAB y al 7,5-10,5% en el empleo.

El CES pretende apoyar la recuperación del sector, de manera que contribuya en el futuro de manera sostenible al crecimiento económico, la competitividad, la cohesión social y territorial y la calidad de vida en España. Además, entiende que la construcción presenta recorrido para su reactivación y sostiene que, dado sus efectos de empuje sobre el total de la economía, será difícil recuperar los niveles de empleo anteriores en la economía española si la construcción no se reactiva.

El informe señala los principales ámbitos de oportunidad para esa reactivación y analiza los factores institucionales, financieros y regulatorios que condicionan el aprovechamiento de esas oportunidades. La reactivación de la construcción depende de actuaciones encaminadas a la mejora de la calidad de vida, la cohesión social y territorial y la competitividad. Es adecuado plantear una política integrada y estable a partir del consenso político y social, en el que el diálogo social debe jugar un papel relevante.

Un balance de debilidades y fortalezas del sector puede servir de referencia para este diseño de actuaciones integradas:

Entre las debilidades: La crisis destruyó una parte importante del tejido empresarial con elevada heterogeneidad entre los distintos tamaños empresariales, produciendo mayor atomización y polarización, que dificulta el diseño de medidas generales de reactivación; elevado desempleo especialmente de mano de obra de baja cualificación; niveles de innovación media inferiores a otros sectores.

Entre las fortalezas: Las empresas que han sobrevivido son más solventes; una industria auxiliar competitiva; elevado grado de innovación en materiales o procesos productivos; alta competitividad de las grandes empresas en el ámbito internacional; mano de obra especializada con buen grado de formación; sistema de negociación colectiva articulado que cohesiona al sector y cuenta con instrumentos para la formación de los trabajadores (Fundación Laboral de la Construcción), la innovación (Plataforma Tecnológica de la Construcción), la solución de conflictos y el enfoque estratégico desde el diálogo social (Foro de la Construcción).

Existen varios ámbitos con oportunidades para reactivar el sector:

Infraestructuras de transporte. España presenta una situación de inferioridad en infraestructuras convencionales, sobre todo en ferrocarril, con datos de viajeros y cargas transportadas por debajo de la media europea. Hay carencias en infraestructuras logísticas que faciliten la intermodalidad, así como en redes secundarias y en accesibilidad y movilidad urbana. Estas carencias se han hecho más evidentes durante la crisis puesto que el control del déficit público ha reducido la inversión. Existen oportunidades para la construcción en mantenimiento de infraestructuras; infraestructuras de transporte de mercancías; construcción de corredores multimodales de mercancías; conexiones multimodales en transporte de pasajeros; redes transeuropeas de transporte; otras infraestructuras como puertos, accesos a ciudades o redes secundarias para poblaciones de menor tamaño y en el ámbito rural.

Infraestructuras para la sociedad de la información. La diferencia entre cobertura de zonas más pobladas y las de menor densidad es mayor que la de los países del entorno, lo que marca la necesidad de potenciar la construcción de estas infraestructuras.

Infraestructuras de producción, transporte y almacenamiento de energía, que permiten reducir la dependencia energética y producen efectos medioambientales positivos. Existen oportunidades para la construcción en interconexiones, eléctricas, de gas y de transporte de dióxido de carbono; construcción de plantas de energías renovables.

Infraestructuras hídricas. Para garantizar la disponibilidad de recursos hídricos se pueden desarrollar actividades en terrenos como regulación de cauces, captaciones y conexiones intra e intercuencas, mejora de redes de transporte y distribución como por ejemplo restauración de canales, construcción de estaciones de bombeo y filtrado o sustitución de los sistemas de riego tradicional).

Equipamientos e infraestructuras del ciclo integral del agua. Ante las carencias en sistemas de depuración de aguas y pérdidas en la red de distribución, se propone aumentar la inversión en infraestructuras de depuración de aguas residuales en municipios de pequeño y mediano tamaño, optimizar las infraestructuras y sustituir las obsoletas en la red de captación y distribución.

Rehabilitación de viviendas y edificios. Mejora la habitabilidad y accesibilidad de las ya construida. Su reactivación depende de la recuperación del empleo y de la renta de las familias, y también de políticas públicas de estímulo de esta demanda.

Eficiencia Energética. Los hogares representaban en 2013 el 18% del total de consumo de energía final y son responsables del 6,6% del total de emisiones de efecto invernadero. 13,6 millones de viviendas no cumplen las exigencias mínimas de ahorro de energía. Es necesario avanzar en construcción de edificios de bajo consumo energético y concentrarse en la renovación de los edificios ya existentes.

Medio ambiente urbano. La regeneración de zonas industriales abandonadas, la reducción de la contaminación y el fomento de la movilidad urbana sostenible, requieren que la planificación territorial adopte un enfoque integrador con sectores como el energético, integre el transporte con mayor coordinación administrativa para minimizar los impactos de las infraestructuras lineales sobre los ecosistemas.

Equipamientos sociales. La rehabilitación edificatoria y modernización de infraestructuras municipales, la puesta en valor de espacios públicos degradados y la provisión de espacios libres son elementos esenciales en la mejora de la calidad de vida. El peor acceso a los servicios públicos en zonas rurales marca la necesidad de atender a estos déficits, y también a servicios de proximidad, sociosanitarios y de atención a las personas mayores.

Internacionalización e innovación:

Aún con matices por tamaño empresarial, la actividad constructora presenta niveles relativamente bajos de innovación, aunque la industria de materiales presenta niveles superiores. No obstante, hay investigación e innovación en y para la actividad constructora como lo indica el peso de la ingeniería y la tecnología en el total de la I+D ejecutada por las Administraciones Públicas, y lo muestra el proceso de internacionalización. Este proceso ha sido creciente en los últimos años y se debe continuar fomentando.

Se desarrollan innovaciones de proceso, y de producto, a partir de aplicaciones específicas de las TIC, que pueden determinar cambios en la productividad. El potencial es amplio por las previsiones de creciente demanda mundial de infraestructuras, la evolución económica de algunas áreas geográficas, y la aparición de mayor competencia en los mercados internacionales. Convendría reforzar desde las Administraciones los instrumentos de apoyo en las primeras fases del proceso y apoyar la coordinación de los consorcios de empresas españolas en el exterior.

Retos para el futuro: Existen factores institucionales, financieros y regulatorios que condicionan el aprovechamiento de las oportunidades del sector. Entre ellos:

Déficits públicos y de las deudas soberanas. Entre 2010 y 2012 más de la mitad del ajuste en el gasto de las Administraciones públicas correspondió a la caída de la formación bruta de capital público. La inversión pública ha pasado de representar un 4,6% del PIB en 2007 a un 2,1% en 2014, una de las caídas más fuertes de la UE, situando a España en desventaja frente a sus socios comunitarios, de cara a la recuperación. Aunque se haya conseguido un efecto rápido sobre las cuentas públicas, la caída de la inversión en infraestructuras reduce el PIB futuro, la recaudación fiscal y la capacidad de repago de las AAPP, y por tanto podría considerarse una estrategia ineficiente de reducción del déficit público en el largo plazo. La recuperación del esfuerzo inversor es necesaria aunque la consolidación presupuestaria exigirá priorización de inversiones en función de su eficiencia. Cabría plantear que el gasto público en infraestructuras estratégicas fuera excluido a la hora de aplicar el Protocolo de Déficit Excesivo. Es necesario que estas inversiones tengan perspectiva de largo plazo independientemente de los ciclos políticos y económicos.

La recuperación de la construcción contribuirá al control del déficit por la vía de aumento de los ingresos, a través de una mayor recaudación del IVA, de las cotizaciones, del IRPF y por la reducción del gasto en desempleo.

Limitaciones financieras. La financiación del sector se ha visto comprometida por las dificultades generales para acceder a financiación, y la debilidad continuada de la inversión pública obliga a considerar otras posibilidades de financiación, entre ellas:

  • Plan Juncker, aunque no parece que el FEIE pueda ser el instrumento más adecuado para el impulso fiscal en territorios donde la crisis es más profunda y cuentan con menos margen presupuestario para apoyar desde sus sectores públicos;
  • Colaboración público-privada, que permite distribuir de forma más eficiente el coste de la financiación de grandes infraestructuras. El sistema concesional ha permitido desarrollar infraestructuras de calidad en España, y por eso se necesita un marco legal adecuado para atraer la inversión privada a estos proyectos;
  • Mercados de crédito y de capitales. La restricción crediticia tuvo su máxima expresión en la financiación bancaria de la construcción. Las empresas han llevado a cabo un importante esfuerzo de desapalancamiento y las entidades financieras han reducido su exposición al crédito inmobiliario. Conviene reactivar la financiación crediticia para responder a las necesidades de las empresas de menor tamaño, con oportunidades como el entorno de tipos de interés negativos y la necesidad de nuevas fuentes de ingresos para la rentabilidad bancaria.

Limitaciones regulatorias, relacionadas con la inadecuada reglamentación, la escasa coordinación entre Administraciones y la necesidad de transparencia. El CES se ha interesado especialmente por las relacionadas con la contratación pública y la morosidad de las Administraciones: control de ofertas temerarias, y protección del empresario ante el incumplimiento de la Administración, medidas transitorias como reconocer a cualquier empresa, la posibilidad de liquidar deudas tributarias con el Estado mediante dación en pago de créditos vencidos, o suspender el ingreso del IVA mientras las deudas en mora de las Administraciones no se liquiden.

CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL