La «nueva» reforma laboral: rebajas, aplazamientos y prórrogas
El Real Decreto-Ley 10/2011, de 26 de agosto, ha supuesto una auténtica carga de profundidad contra uno de los estandartes de la reforma laboral del año anterior, la operada por la Ley 35/2010. Si esta se proponía corregir la insoportable dualidad de nuestro mercado de trabajo, tratando de promover la contratación inde nida, la nueva norma se olvida por completo de esa «misión», y hace de la «temporalidad» su bandera para hacer frente a las elevadas cifras de desempleo, sobre todo juvenil. Para ello, no solo fomenta la contratación temporal de los jóvenes sin capacitación, a través de la regulación de un «nuevo contrato de aprendizaje», sino que suspende durante dos años la eficacia de la regla de control del encadenamiento de contratos temporales establecida en 2006 y perfeccionada en 2010. Esta norma, pues, introduce dos muy importantes «recortes» o «rebajas» en los estándares de estabilidad en el empleo, como vía para incentivar la contratación.
Asimismo, y para la protección de los desempleados de larga duración que agoten su prestación, la norma se limita a prorrogar durante seis meses más el programa previsto en el Real Decreto-Ley 1/2011, pese a que es un fracaso como instrumento de política activa de empleo, limitándose a dar una protección meramente asistencial. Se completa el contenido básico de esta norma con un nuevo aplazamiento no ya de la entrada en vigor o de la operatividad sino de la existencia misma de una de las principales novedades de la reforma de 2010: el Fondo de Capitalización Individual. Este es un instrumento que, importado de otros países, como Austria, donde no está dando los resultados esperados, pretende favorecer la flexibilidad en la gestión de las relaciones de trabajo sin perjudicar la seguridad económica del trabajador, por lo que se revela tan peligroso para la estabilidad de los trabajadores como costoso y, por tanto, de difícil viabilidad.
El comentario que sigue en estas páginas pretende dar cuenta detallada de las principales novedades de esta nueva y sorprendente reforma laboral. Para ello se exponen con rigor los contenidos, ordenados atendiendo a sus fines, se identifican los principales problemas aplicativos y se intenta aportar soluciones, cuando existen.
Palabras clave: contratación temporal, protección por desempleo, flexiseguridad y políticas de empleo.
Cristóbal Molina Navarrete
Catedrático de Derecho del Trabajo
y de la Seguridad Social.
Universidad de Jaén
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RTSS. CEF. NÚM. 343 (octubre 2011)