El PE aprueba el permiso único de residencia y trabajo para inmigrantes
Los trabajadores extranjeros en situación regular disfrutarán de derechos equiparables a los de los ciudadanos europeos en cuanto a condiciones laborales, seguridad social, pensiones y acceso a los servicios públicos, según la directiva de 'permiso único' aprobada el martes por el PE. La nueva norma, que los países de la UE deberán transponer en un plazo de dos años, facilita los trámites a los inmigrantes, ya que permite obtener los permisos de residencia y trabajo mediante un procedimiento único.
La directiva de 'permiso único' complementa otras medidas de inmigración legal, como la tarjeta azul, y está diseñada para facilitar este tipo de inmigración al tiempo que satisface las necesidades del mercado laboral europeo. La decisión de admitir inmigrantes seguirá estando en manos de los países de la UE. Los Estados miembros tendrán un plazo de cuatro meses para aprobar o rechazar una solicitud de permiso único.
En el debate celebrado el lunes, la responsable de este tema en el PE, la eurodiputada popular francesa Véronique Mathieu, señaló que "la directiva de permiso único permite responder en parte a la crisis de mano de obra que se perfila en el horizonte europeo. También posibilita el control de la mano de obra, pues facilita la supervisión de todas las formas de migración y permite acabar con las tentaciones de fraude y migración irregular. Además de simplificar los trámites para obtener los permisos de residencia y trabajo, el permiso único atribuye una base común de derechos a los trabajadores de terceros países y a los trabajadores de la UE. La igualdad de trato de los trabajadores está en el corazón de esta directiva".
La normativa reduce los trámites administrativos y simplifica el procedimiento de admisión de los inmigrantes que quieren vivir y trabajar en un Estado miembro. Además, permitirá a los trabajadores y a los empresarios que los contratan solicitar los permisos de residencia y trabajo mediante un procedimiento único.
¿A quién cubre esta normativa?
Estas normas se aplicarán a los extranjeros que soliciten la residencia para trabajar en uno de los Estados miembros o que ya residan legalmente en la UE. Los trabajadores desplazados dentro de la UE estarán excluidos del permiso único, al igual que los residentes de larga duración y los refugiados (que ya están cubiertos por otra legislación comunitaria).
Los temporeros y los empleados de multinacionales desplazados a una de las delegaciones de su empresa en la UE tampoco están incluidos, pues quedarán cubiertos por dos directivas sectoriales. Los trabajadores autónomos, las au-pairs y los marineros que faenan en buques comunitarios también están excluidos.
Derechos comunes
Una vez obtenido el permiso único, los trabajadores extranjeros disfrutarán de una serie de derechos equiparables a los de los ciudadanos de la UE, como los límites al tiempo de trabajo, el salario, la seguridad laboral, el derecho de afiliación a un sindicato, el acceso a la seguridad social, las pensiones, la vivienda pública y los servicios ofrecidos por las oficinas de desempleo. Los Estados miembros podrán aplicar una serie de restricciones a estos derechos.
Pensiones, seguridad social, servicios públicos y beneficios fiscales
Como norma general, los inmigrantes tendrán acceso a la seguridad social en las mismas condiciones que los ciudadanos del Estado miembro de acogida. Sin embargo, este derecho podrá restringirse en el caso de trabajadores con contratos de menos de seis meses. Además, los países podrán limitar el acceso a las prestaciones familiares en el caso de inmigrantes admitidos para cursar estudios.
Los trabajadores extranjeros podrán recibir sus pensiones cuando regresen a su país de origen en las mismas condiciones y con los mismos porcentajes que los nacionales del Estado miembro en el que hayan cotizado. Los países de la UE podrán restringir el acceso a los servicios públicos, como la vivienda, a los inmigrantes que estén trabajando.
Los trabajadores extranjeros podrán obtener beneficios fiscales, al igual que sus familias si viven en el mismo Estado miembro.
Formación profesional y educación
Los inmigrantes que estén trabajando o en el paro podrán acceder a la formación profesional y a la educación vinculadas a su actividad profesional. Durante las negociaciones, los eurodiputados se opusieron a la propuesta de los Estados miembros de excluir de estos servicios a los trabajadores extranjeros en el paro.
En el caso de los trabajadores que quieran cursar estudios universitarios o formación profesional no vinculada a su actividad profesional, los Estados miembros podrán exigirles que demuestren un buen conocimiento del idioma.
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