Con entrada en vigor mañana, se ha publicado en el BOE de hoy la Ley 23/2013, de 23 de diciembre, reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social.
Esta reforma del sistema público de pensiones, para unos paramétrica –el legislador, por supuesto- (vid. Preámbulo II, último párrafo), para otros sistemática, es necesaria según se indica en el Preámbulo de la Ley para la sostenibilidad del sistema de pensiones –insistimos- público, de reparto y solidario.
Los argumentos son conocidos: la situación demográfica [elevación prevista de la esperanza de vida y bajas tasas de natalidad y aumento del número de pensiones durante un periodo dilatado de tiempo (2025-2060) como consecuencia del acceso a jubilación de la generación del "baby boom"] y la situación económica (“intensa crisis económica que ha anticipado varios años la aparición de déficit en las cuentas de la Seguridad Social”). Estos argumentos amparados en diversas recomendaciones europeas explican (1) el adelantamiento de la puesta en práctica, la aceleración, de las que ya habían sido introducidas en nuestra normativa de Seguridad Social, para más señas, del factor de sostenibilidad, y (2) la incorporación de medidas adicionales a las previstas en las leyes en vigor, en concreto, la modificación del régimen de revalorización de las pensiones.
Al análisis de las medidas y repercusiones prácticas se destina el estudio titulado EL NUEVO ÍNDICE DE REVALORIZACIÓN DE LAS PENSIONES DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y SU IMPACTO EN EL BIENESTAR DE LOS PENSIONISTAS, de D.ª Gloria REDONDO RINCÓN, a la que agradecemos sus valiosas aportaciones y que puede consultarse en este enlace, destinando las siguientes notas a ofrecer una breve presentación de la norma que acaba de publicarse.