En un mundo cada vez más competitivo, las organizaciones se enfrentan al reto de atraer y retener el mejor talento, compitiendo entre ellas por los mejores candidatos.
Cada vez son más las organizaciones que reconocen que el activo más valioso que poseen es su capital humano. Un claro ejemplo de esto lo hemos visto con el culebrón empresarial vivido en Silicon Valley, protagonizado por el CEO de Open AI, Sam Altman, que cinco días después de ser despedido volvió triunfante a la empresa ante la amenaza de dimisión de más de 500 empleados.
Es importante tener en cuenta que los trabajadores que se incorporan a la empresa tras un proceso de selección, no solo aportan sus habilidades y conocimientos, sino que suponen la apertura de nuevas oportunidades para el crecimiento y la innovación. En este contexto, la gestión del talento se convierte en un pilar fundamental para el éxito de las empresas, y los procesos selectivos cobran cada vez más protagonismo dentro de las organizaciones.