De primer plato, un abanico abierto de opciones que obliga a la negociación entre diferentes partes, de segundo plato se sirven opiniones e intereses contrapuestos y de postre animadversiones personales, la conflictividad en esta comida está servida y su digestión puede ser muy pesada. No son pocos en las empresas los que todos los días se comen este menú.
Un conflicto supone la existencia de un enfrentamiento, controversia o litigio entre diferentes partes, que ante una determinada situación tienen intereses diferentes.
Dentro de una empresa los conflictos pueden ser muy dañinos, tanto para las personas de la organización, como para la empresa en su conjunto, ya que ante un conflicto hay quien se sienta a negociar para intentar resolverlo y acercar posturas, pero también hay quien intenta imponerse o, lo que es peor, busca dañar a la otra parte, intenta que se marche del trabajo haciéndole mobbing o que sea despedida.