Cristóbal Molina Navarrete
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Jaén
Director del Laboratorio-Observatorio de Riesgos Psicosociales de Andalucía. IAPRL
Director de la Revista de Trabajo y Seguridad Social. CEF
«Resistir a la injusticia es un deber del individuo para consigo mismo, porque es un precepto de la existencia moral; y es un deber para con la sociedad, porque esta resistencia no puede ser coronada con el triunfo más que cuando es general»
Ihering. La lucha por el Derecho
1. Cuando los ecos más trágicos de la pandemia parecen apagarse, aún con la nueva llamada de las autoridades sanitarias a otra vacunación de recuerdo, la cuarta ya, una nueva cifra nos conmueve: al menos 17 millones de europeos sufrieron trastornos por «covid persistente», 16% según una estimación de la oficina de Europa de la OMS. Pero ¿qué es esta patología o enfermedad emergente, denominada en inglés «long covid» y en castellano «covid-19 persistente» (veremos que la denominación no es baladí aquí)? No hay aún, por la gran novedad y la enorme secuencia de enigmas que envuelven esta cuestión, un consenso científico lo suficientemente asentado, pero por tal suele entenderse un conjunto de síntomas multiorgánicos persistentes tras la infección aguda por SARS-CoV-2 (cuenten o no con prueba de laboratorio), con una duración superior a entre 1 y 4 meses. Es una enfermedad, pues, a largo plazo, cíclica, progresiva y multifásica.